Nos gustan las intervenciones sobre espacios públicos en las que lo acabado no es una imagen fija sino un paisaje cambiante con árboles que crecen, gentes que lo ocupan de formas que seguramente nosotros no habiamos imaginado y nos gusta volver a estos lugares llenos de vida para contagiarnos del disfrute colectivo del que en parte nos sentimos responsables.Comenta Juan Herreros, en una entrevista a medias con Antoni Muntadas titulada 'Desvelar lo Público', que sería deseable que las intervenciones sobre espacios públicos contaran con un cierto margen de operación y actuación una vez puestos en servicio, una tolerancia que permitiese realizar ajustes, por ejemplo, mientras el tiempo que los árboles tardan en alcanzar su porte adulto.