El pasado domingo pasé junto al ascensor inclinado de San Juan de Aznalfarache y aunque la jardinería está bastante descuidada, la explosión de la primavera había hecho crecer toda la vegetación y el conjunto estaba muy agradable, sobre todo cuando recordaba el paraje inhóspito que nos encontramos cuando visitamos por primera vez el lugar donde construir el ascensor inclinado, que comunicaría la estación de metro San Juan Bajo con el Barrio de la Virgen de Loreto o "El Monumento", como es conocido popularmente. Me alegra comprobar que es muy usado y que cuando le pregunto a los usuarios, todos se manifiestan contentos de su funcionamiento y de como les ha cambiado la vida el poder cogerlo y desembarcar en la estación de metro y por tanto en el centro de Sevilla, sin necesidad de utilizar el coche.